Después de un montón de tiempo, ya tenemos online el video de nuestro tiempo en la escuela shaolin. Ya os hablamos hace tiempo de cómo es la vida en una escuela china. Ahora lo podéis ver en vivo y podréis reiros de nuestro KungFu en condiciones!
Son las 5:40 de la mañana. La campana empieza a sonar y poco a poco la gente empieza a salir de sus habitaciones para llegar a la puerta principal de la escuela. Empieza el primer entrenamiento del día.
Los primeros 20 o 30 minutos se dedican básicamente a correr. Con un poco de suerte alrededor de la escuela, sino subiendo a la colina más cercana, que destroza gemelos y rodillas. La segunda parte del entrenamiento suele dedicarse a todo tipo de estiramientos, saltos, recorridos, flexiones, abdominales, etc. Dos veces a la semana se hace “Power Training”, que suele castigar una zona concreta del cuerpo dejándola para el arrastre para el resto de la semana. También se entrenan movimiéntos específicos, muchos de tipo acrobático: La rueda, el puente, saltos mortales con y sin manos, etc. Muchos de ellos son los que entrenamos normalmente en occidente, pero con nombres en chino.
A las 7:10 empieza el desayuno, generalmente energético, que te prepara para el primer entrenamiento real de por la mañana. 3 horas de entrenamiento de patadas, puñetazos y sobre todo, las formas.
En la escuela puedes elegir entrenar entre tres tipos de artes marciales: Sanda, que es boxeo chino, Kung Fu, y Tai Chi. En los tres casos se entrena mucho la resistencia y la flexibilidad, y se aprenden las formas, que son una especie de coreografías donde se enlazan una serie de movimientos que simularían un combate.
En el caso de Kung Fu, hay muchas formas, tanto con los puños, como con armas (bastón, espadas (dao), 9 secciones, 3 secciones, etc…) Y además están las formas que sonarán a todos los que hayan visto películas de kungfu como el estilo del mono, la grulla, la serpiente, y sus variantes de “borracho”, en las que los movimientos son mucho más suaves y en ocasiones aleatorios.
El centro funciona como una escuela oficial, de forma que los niños chinos que estudian aquí, dedican medio día a la clases oficiales del colegio, y el otro medio día al entrenamiento, como si fueran deportistas de élite. Algunos empiezan con solo 5 años, y dedican años y años al entrenamiento. Su entrenamiento es mucho más duro que el nuestro, y sus movimientos y patadas muchísimo más potentes. Sin embargo cuando nos ven a nosotros practicar no tienen el sentimiento de superioridad, o se ríen como ocurriría en nuestros países. Justo al contrario: Ven cómo proezas que los “blanquitos” seamos capaces de hacer cosas parecidas a ellos, y que tengamos curiosidad por su cultura y tradiciones. Es normal que en los descansos vengan a hablar contigo, a intentar practicar inglés, o simplemente curiosos por saber de dónde eres y dónde está tu país en el mapa, 你是哪国人? que dicen en chino.
Después del duro entrenamiento matutino, comemos a mediodía, generalmente arroz con algo de verduras y algún caldo de pollo y huevo (鸡蛋汤). Fregamos nuestro bol y palillos simplemente con agua, y con agua hirviendo para desinfectar, y nos vamos a echar una merecida siesta.
A las 15:00 la campana vuelve a sonar. Todos los grupos formamos en el exterior de la escuela, los niños aprenden alguna frase en inglés, y los extranjeros lo propio en chino. Aquellos que hacen entrenamiento a tiempo completo continúan con lo que estaban haciéndo por la mañana. Los que decidimos estudiar chino de forma intensiva nos metemos en clase para tener nuestras tres horas de inmersión en el lenguaje.
A las 18:30 se sirve la cena, algo más ligera en hidratos de carbono, aunque con un pan tradicional chino que sirve para llenar bien el buche (慢头). Es importante no llenarse demasiado en la cena, puesto que enseguida empieza el último entrenamiento del día, de 19:30 a 20:30, que generalmente es libre para practicar aquello que no nos termina de salir bien.
Un día a la semana es libre para que aquellos que quieran puedan ir a la ciudad más cercana (para comer por ejemplo, en el Mcdonalds, comprar fruta, libros, ir al banco o cualquier otra cosa). Una vez a la semana también hay una clase de budismo chino (budismo zen) con una parte de meditación y canto de mantras.
Cada dos semanas, tanto los niños chinos como los estudiantes extranjeros (留学生) tenemos un test para demostrar lo que hemos aprendido. Normalmente hacemos un calentamiento, estiramientos (muy importantes para los movimientos de kungfu), y demostramos las formas, con puños, bastón, espada (dao), etc.
Vamos, que el entrenamiento es muy duro, y para los chinos, ser experto en kungfu (o ser shifu – maestro de kungfu), es todo un honor. La mayoría de escuelas se centran en la región de Henan, ya que es donde la primera escuela fue creada (El templo shaolin). Un mes de entrenamiento aquí es como un año en un gimansio de kungfu en casa. ¿Merece la pena? Sin duda!