Queenstown se conoce como la capital mundial del riesgo. Situada en la isla sur de Nueva Zelanda, sin acceso al mar, pero con un excelente y enorme lago, ofrece literalmente de todo: Actividades de riesgo, restaurantes de todo tipo, naturaleza y fiesta hasta aburrirse.
Esta ciudad es además un paraiso los 365 días del año. Durante el “verano”, entre noviembre y mayo, es perfecta para hacer senderismo en los cientos de rutas disponibles, saltar en paracaidas, alquilar kayaks o bicis de montaña, o simplemente relajarse y tomar el sol frente al lago. Pero es que durante invierno se llena de snowboarders que reciben la llamada de Coromandel, la estación de esquí situada en los alpes neozelandeses, que no tiene nada que envidiar a las grandes estaciones de Europa o Estados Unidos.
Lo bueno, la oferta gastronómica se puede disfrutar tanto en invierno como en verano, y ésta es grande y variada, así como sus opciones lúdicas para después de cenar. Desde pizzas hasta restaurantes mexicanos, pasando por una gran selección de steaks (Que aunque no son los de Ávila, también están bastante buenos).
Pero si hay que elegir un sitio donde comer en esta ciudad, la elección está clara. No es ni el caro restaurante francés, ni la brasería, ni el irlandés. Es el Fergburger: un pequeño local situado en la calle principal, y con cerca de 100 años de historia, donde preparan unas hamburguesas que bien podrían estar en el top 10 mundial.
Este sitio es ya tradicional entre los Kiwis de Queenstown. Preparan cada hamburguesa con mimo y cuidado, y su selección es simplemente increible. Desde ternera hasta ciervo, con salsas desde barbacoa o ketchup, hasta selecciones tailandesas. Lo mejor: los NZD 10 que cuesta saborear cada hamburguesa (unos 5€), y abierto hasta las 5 de la mañana. Para esa segunda cena que a todos nos gusta después de unas copas.
Es, para entendernos entre pucelanos, “El Vavi’s! de Queenstown. El lugar perfecto para ir antes, o después de las cervezas!
La otra ventaja de Queenstown es que se encuentra muy centrada en la isla sur, por lo que resulta un punto estratégico para hacer escapadas a todo el Fiordland (incluido Milford Sound), o al monte Cook, Greymouth o Christchuch. Una ciudad que no hay que dejar pasar!
Los paisajes que estais mostrando, son una preciosidad. No me imaginaba que NZ fuera tan bonito.¿Son vuestras todas las fotos? Seguid colgando “cosas” para poner los dientes largos a los que no nos queda otro remedio que estar en las antipodas.
Por cierto, ¿cómo se aguanta la casita?
Hola!
Todas las fotos son nuestras, claro! Puedes ver el resto en flickr: http://flickr.com/people/worldbeyond