Esta es la retahila de peripecias que nos han ido sucediendo desde que llegamos a Malasia. Como siempre, de todo aprendemos, a veces con más y a veces con menos ganas!
Por alguna razón, tanto para Rubén, como para Sergio y para mí, este país ha traído la ruina a muchos de los cacharros varios que arrastramos o con los que hemos tenido contacto. Ahí va toda una serie de objetos que en estos 3 meses han sufrido algún que otro accidente: nada más aterrizar Rubén “perdió” su tienda de campaña, y le destrozaron el trípode. A Sergio y a mi se nos rompió la carcasa de la cámara de fotos subacuática 2 veces (encontramos otra igual en el centro de buceo!), y la cámara en cuestión murió al día siguiente (suerte que estaba más que amortizada!); a mis gafas de sol se les rompieron uno de los vidrios, no se bien bien como; el ordenador de buceo de Sergio Suunto D4 “bucea” aún estando en la superficie; La pantalla del portátil pequeño (Samsung N120) sufre algún problema de conectividad y frecuentemente no funciona; Rubén rompió la nevera de la base de buceo con un destornillador, en un intento de descongelarla “rápidamente”; en una de las subidas de tensión se le escacharró también el cargador de su portátil; y por sentarse encima de su móvil, también se cargó la pantalla del mismo.
Nada más llegar al resort, Rubén se sentó en su nueva hamaca, y con ella rompió la barandilla de su habitación; y un día antes de irnos yo me cargué la cerradura, y por tanto la puerta de la nuestra (me dejé la llave dentro!); varios enchufes y un alargador han sufrido también nuestra presencia!; el regulador de temperatura de nuestra sartén eléctrica también murió (por suerte se quedó en la posición máxima!). Suerte que nos vamos, que si no, a lo mejor hasta las islas se hunden (al más puro estilo LOST!! ;)).
Cambiamos tres veces de Centro de Buceo: inicialmente tendríamos que haber estado trabajando en Universal Divers (Tuna Bay Beach), centro en el que yo hice mi Dive Master (titulación de guía subacuático). Después de haber estado hablando con el propietario durante un año, confirmándonos el trabajo, finalmente 2 meses antes de ir nos dijo que no tenía vacantes. Encontramos trabajo y empezamos a trabajar en Watercolours (una playa más allá!), en donde yo durante 1 mes y medio, y Sergio medio mes, seguimos una dictadura alemana, con horarios de oficina y todo! En ese tiempo sólo pisé la playa 2 veces -eso no es vida en el Paraiso!!.
De ahí nos mudamos a Perhentian Island Divers, en Perhentian Island Resort (otra playa más allá dentro de la misma isla), donde tuvimos la oportunidad de organizar el centro de buceo a nuestra manera. Ahí conseguimos la flexibilidad y libertad que buscábamos para poder seguir trabajando en nuestros proyectos propios, a la vez que buceando. Eso si, en este caso sufrimos la situación de ver si nos pagaban! Tras casi dos meses de impago, nos pusimos en “huelga”, y finalmente hicieron un esfuerzo en conseguir el dinero y echarnos! Lo gracioso de haber trabajado aquí es que todos los españoles (de nacionalidad!) nos juntamos a trabajar en probablemente la mejor playa de las islas! :)
Nuestro centro de buceo parecía un ZOO: adoptamos un gatito (aunque finalmente descubrimos que era gatita) que se llama Schrödinger (en honor a un gran físico -y no, no le dimos veneno!). Cuando vino a nosotros era un gatuni super delgaducho de apenas una semana de vida. Cuando nos fuimos, 4 semanas después, tenía una pinta mucho más saludable y hasta con barriguita!. Además del gatito, teníamos una rana, Paco, que durante el día vivía y dormía en la pata de nuestra mesa, y por las noches (entre las 20 y 22h) se iba de picos pardos a la ducha o a los tanques de agua, en donde por las noches se oían más ranas… . Además de nuestras mascotas, teníamos las ardillas que vivían en el árbol del centro de buceo, y que de vez en cuando bajaban y reclamaban comida. Y los geckos, que por las noches nos salvaban de las picaduras de mosquitos. No llegamos a ver serpientes, pero esto es como las Meigas, que haberlas haylas!
Desde que llegamos, hemos estamos siguiendo la “dieta Malaya” basada en arroz con pollo (en Perhentian Island Resort), o arroz con pescado (en Watercolours). Gracias a ello hemos perdido unos cuantos quilitos, que ya era necesario! Por otro lado, hemos descubierto las maravillas del servicio Postal Español: 10 días tardaba una “carta postal gordita”, bien cargada de embutidos envasados al vacío, en llegarnos a las islas! Así que de vez en cuando nos dábamos el gran festín con tortilla de patatas, pan con tomate y embutido del bueno!! Gracias a todos nuestros padres por mantener nuestra dieta española!!
Nuestras islas eran super bonitas y rurales, y consecuentemente nos faltaba un supermercado en condiciones! Nuestra única alternativa era el “colmado” que está en el pueblo, en la isla pequeña, al cual a veces íbamos en barco-taxi o en una canoa (cuando nos hacía falta pan, no quedaba otra!). Por otro lado, a veces abusábamos de la amistad que tenemos con nuestros amigos de Watercolours, y nos permitían hacer un pedido al Sr.Wha, que tiene un supermercado en tierra y es el que envía el aprovisionamiento a nuestro ex-centro de buceo. Y finalmente, cuando hicimos el visa-run (salir del país para que nos concedan otros 3 meses de visado), aprovechamos y compramos provisiones para el mes entero!
Tras la experiencia en Perhentian Island Resort, nos mudamos temporalmente a Long Beach, en la isla pequeña. Dejamos de buscar trabajo en las islas, ya que después de tantos abusos y despidos, se nos habían quitado las ganas. De todos modos negociamos con un centro de buceo tarifas para freelance, ya que justo ahora venía toda una serie de amigos, tanto de Rubén como nuestros, interesados en aprender a bucear!
Por suerte para todos, nuestros últimos días en Long Beach fueron mucho más tranquilos que los meses anteriores. Pasamos tres semanas de semi-vacaciones disfrutando de la playa, trabajando con el ordenador desde el Hotel Shari-La o Bubu’s (tenían Wi-Fi gratis!), haciendo un par de cursos de buceo con amigos, y sobre todo disfrutando del “bar de tapas de los españoles”: tuvimos la suerte de conocer a Quim y su grupo (Stefano, Coco y Rosa), que en su proyecto de viajar por el mundo dan a conocer la gastronomía española.
Con ellos y con un par de españoles más que encontramos por las islas (Rubí y Nuria) creamos nuestra “pequeña familia”, y cocinamos varias veces: una “Paella estilo Malayo” (con pollo, pero sin gambas! eso si, con especias de casa!); unos “Spaguetti al chorizo Salamantino”; y como despedida una “tortillada de patatas” con pan con tomate y lomo ibérico de Guijuelo!! Fue un gran momento, sentirnos tan lejos y a la vez tan cerca de casa!
Angel y toda la tropa de Madrid y Salamanca vinieron a vernos, y con ellos fiesta asegurada! Una de las noches el rock español agitó la playa, los malayos nos miraban preguntándose que estaba sucediendo, con toda la tropa de españoles cantando a voz en grito Manu Chao, Celtas Cortos o Extremoduro!
En estos meses nos han pasado unas cuantas aventuras, los planes no han salido exactamente como habíamos imaginado, ya que habíamos planeado estar en las islas hasta septiembre.
A pesar de haber tenido problemas, frustraciones y otro tipo de “accidentes”, nos llevamos un buen sabor de boca, importantes experiencias, personas, y muchos y buenos momentos.