Los instrumentos de percusión suelen ser habituales en rituales y danzas de civilizaciones pre románicas. Quizá por su simpleza de fabricación, quizá porque son el instrumento ideal para las danzas paganas que acompañaban.
Cuando los primeros españoles llegaron a las islas Cook, o cuando el mismo James Cook las anexionó al imperio británico alrededor del 1823, poco sabían de la cultura y de la gente que habitaba en Rarotonga y de sus tres tribus provenientes de Polinesia y Tahití, en lo que se llamaba entonces (y ahora), la ruta del coral.
Antaño, cada una de las tribus vivía en la parte interior de la isla, donde realizaban sus rituales de adoración a los dioses, efectuaban sacrificios, y practicaban el canibalismo.
Al observar estas costumbres, los misioneros no tardaron en mover a los pobladores a tierras más bajas, junto a las costas donde poder tener un mayor control estratégico.
Ahí enseñaron las costumbres cristianas a los Maories, y les proveieron de infraestructura, escuelas y sobre todo, iglesias. También les unificaron en una sola tribu alrededor de todos los nuevos poblados de Rarotonga y acabaron tanto con la guerra interna, como con el canibalismo.
Sin embargo, sus tradiciones aún se conservan hoy en día, y los tambores siguen siendo una de las partes más importantes del espectáculo. En lugar de practicar canibalismo, acuden a los múltiples resorts de Rarotonga o Aitutaki donde se celebran los Island Night Shows, acompañando la música y danza tradicional con un festín Maorí (The Umu) donde se pueden degustar algunos de los mejores platos de las islas.
Lugares recomendados para conocer más sobre la cultura y disfrutar en vivo de los bailes:
Rarotonga: Highland Paradise: NZ$ 79 (Alrededor de 40€)
Aitutaki: Tamanu Beach restaurant: NZ$ 55 (Unos 28€)
Ambos incluyen cena y show.