Ver ballenas en directo es una experienca única. Estar delante de estos enormes mamíferos de increible inteligencia nos da una lección de humildad y nos ayuda a ver la enormidad de nuestro planeta, sus océanos y las especies que lo habitan dándonos una lección de humildad irrepetible.
Hay muchos puntos en el mundo donde poder avistar ballenas. Sin embargo en Argentina hay un sitio especial donde los avistajes son casi del 100% durante la temporada, y de una calidad perfecta. Esta es la Península Valdés, en la costa Atlántica del país.
Esta península se encuentra a medio camino del Atlántico sur y crea dos golfos (San José y Golfo Nuevo) que dan la tranquilidad necesaria a las ballenas francas australes para socializar, procrear y criar a sus ballenatos. El ecosistema es rico y también sirve de hogar para varias comunidades de leones de mar (o lobos de mar como los llaman en Argentina), Elefantes marinos, pinguino magallánico, toninas o delfines y orcas. Todos ellos acompañados por un sinfín de aves donde los más habituales son los cormoranes así como las gaviotas.
Desde abril hasta octubre, se pueden avistar ballenas desde la misma playa de Puerto Madryn y por supuesto en los barcos que salen desde Puerto Pirámides, dentro de la península. Ya en noviembre y diciembre los avistamientos se van haciendo más complicados aunque nosotros (en pleno Diciembre) tuvimos mucha suerte y encontramos a una madre y su ballenato que jugaron con nosotros todo el trayecto. Las orcas eso si, se van en octubre. En cualquier caso las colonias tanto de leones como de elefantes marinos, así como las de pingüinos están todo el año y se puede hacer una actividad única y extremandamente divertida: Snorkel o buceo con los leones (o lobos) marinos.
Para llegar a la Península Valdés hay que atravesar el istmo y llegar a Puerto Pirámides. Única población y centro neurálgico de la zona. El resto son estancias distribuidas con varias actividades turísticas, pero sobre todo son los avistamientos, la visita a los islotes y playas y a las colonias. Nosotros decidimos quedarnos en Puerto Madryn (a una hora aproximadamente de la península) pero con muchas más opciones de alojamiento (y más baratas) así como de actividades.