La artesanía es una parte fundamental de los pueblos y su expresión cultural. Sudamérica, con su ganadería bovina y cultura de la lana han desarrollado unos tejidos y patrones propios con la técnica del telar. En este viaje quise descubrir estas técnicas, primero en Santiago con un telar tradicional y después en un poblado mapuche aprendiendo sus técnicas en el Lago Budi.
Cecila Vicuña inmortalizó la relación del hilo y la tejedora con este poema. Esta misma relación la podemos ver en los diseños mapuches donde cada mujer aplica su propia historia o sucesos en su producto.
La tejedora ve su fibra como la poeta su palabra.
El hilo siente la mano, como la palabra la lengua.
Estructuras de sentido en el doble sentido
de sentir y significar,
la palabra y el hilo sienten nuestro pasar.
¿La palabra es el hilo conductor, o el hilo conduce al palabrar?
Ambas conducen al centro de la memoria,
a una forma de unir y conectar.
Una palabra está preñada de otras palabras y un hilo contiene
otros hilos en su interior.
Metáforas en tensión,
la palabra y el hilo llevan al mas allá
del hilar y el hablar,
a lo que nos une, la fibra inmortal,
Hablar es hilar y el hilo teje al mundo.
– Cecilia Vicuña, “Palabra e hilo”. Fragmento 1996.